Mila, seguro que yo no me expliqué bien, pero lo voy a intentar hacer ahora. Lo de ingenua quiere ser sinónimo de buena, de buena persona, de la de fiarse de la buena intención de los demás. Y en este caso es muy apropiado porque en esta vida te pudes fiar de mucha gente, si me apuras de casi toda la gente, pero nunca, nunca te debes fiar de tipos como el baraka. Es como esos indios que hacen de malos en las películas del oeste, los que siempre estan escondios detrás de un árbol con el machete preparado para clavárselo al primero del séptimo de caballería que pase por allí. En cuanto observó la bondad de tu carta, afiló el machete y esperó escondido para soltarlo en cuántos pasaste por allí. Y no creas que lo digo por decir, lo digo por experiencia. La experiencia que me dan todos esos veranos que he tenido que compartir mesa y mantel con él y me ha obligado a dormir con el cuchillo debajo de la almohada esperando su ataque en cualquier momento. Parece mentira que tenga a su lado a una santa y que en todo este tiempo no se le haya pegado nada bueno. Pero puedes estar segura de que Mari Carmen si quiere se impone y lo acobarda como a un niño pequeño. Además siempre está deseando tener una excusa para darle unas collejas. Bueno hay días que le da una toda las mañanas por si acaso, porque sabe que antes de irse a trabajar ya se la ha ganado. Pues eso ingenua, pero de buena... de buena te has librado, por lo menos hasta que decida volver por el pueblo alguna vez. Yo lo estaré esperando con el cuchillo debajo de la almohada.