Tengo en mi alma todavía tu indiferencia
esa que hiere en la fuga del olvido.
En un día como hoy
y solo el silencio por testigo
mi sangre arde de nuevo
por ella y su amor con conmigo.
Fui pordiosero de sus palabras
sembré el amor en otras almas.
El árbol que fue nuestro amigo
todavía está ahí como testigo.
Y los pajaritos de aquel nido
no verán más mi amor contigo.
Calladamente como el cielo infinito
liberaré mi sueño de este letargo
y en la profundidad de mi dormir
apagaré los sueños, los muy amargos...
No me resito a volver a pesar de la indiferencia que recibo
esa que hiere en la fuga del olvido.
En un día como hoy
y solo el silencio por testigo
mi sangre arde de nuevo
por ella y su amor con conmigo.
Fui pordiosero de sus palabras
sembré el amor en otras almas.
El árbol que fue nuestro amigo
todavía está ahí como testigo.
Y los pajaritos de aquel nido
no verán más mi amor contigo.
Calladamente como el cielo infinito
liberaré mi sueño de este letargo
y en la profundidad de mi dormir
apagaré los sueños, los muy amargos...
No me resito a volver a pesar de la indiferencia que recibo