Se me olvidaba. Si no os llega con la colecta y el cepillo de los domingos siempre podéis echar mano de mi primo el Barraka. Es bilbaíno y como tal tiene el pecho de hierro forjado y los músculos de bronce. Se lo podéis llevar al camapanero y que lo meta en la caldera del horno. Sacará un material de primera para la fundición de las campanas. Y así os podeís ahorrar unos dinerillos. De nada.