Factura rebajada un 25%

BLACOS: A ver Pepi, yo creo que dominas el castellano mejor...

A ver Pepi, yo creo que dominas el castellano mejor de lo que aparentas y que dices más por lo que insinúas que por lo que afirmas. Ya sabemos todos que el Barraka es el cateto y no nos añades mucho al afirmar que el cateto está acostumbrado a las collejas. Hace ya muchos años que mi prima descubrió que eso, el soplamocos, es la única forma de hacerse entender con un alelao que sólo reacciona a los tabanazos y a los pescozones. Y es que da lo mismo que viva en Barakaldo que en La Provenza. En los dos sitios los tabanazos son los tabanazos y los pescozones son los pescozones. Es un lenguaje internacional que existe desde que Blacos es Blacos y que lo inventaron los bisabuelos de nuestros abuelos aquel día que se encontraron con el primer cateto de la historia y se dieron cuenta que sólo atendía a la somanta de castañazos. Y desde ese día quedó acuñada otra expresión universal, " las letras con sangre entran". Algunos las han aplicado a rajatabla desde la cuna, otros han sido más pacientes y han aguantado hasta los primeros dientes, y otras como mi prima aguantaron hasta las primeras canas, que es casi digno de un Oscar a la paciencia y al sacrificio. Pero es lo que tienen los catetos, que con el tiempo se les coge cariño.
Y hablando de cariño, la morenaza de Blacos ni harta de sopa se hace del Athletic, de ese equipo de Bilbao que reparte su cantera entre Navarra y La Rioja. Y menos se va a hacer ahora que el Numancia va como un tiro y el Valverde está punto de ascender. Además ha hecho una buena campaña de captación de clientes y parece que un año más va a llenar las mesas de Semana Santa. Y como diría un alcalde rojo amigo mío, va a ser una comida autogestionada o lo que es lo mismo, una comida pagada a escote. Aunque claro, a mí esto del escote me hace pensar que las que pagan son las mujeres que es con quien se ha relacionado siempre el escote, tanto si es una rendija como la puerta grande de la Maestranza. Porque si incluyera a los hombres, yo creo q