A ver chaval, me voy a creer que ganaste una vez el campeonato de calva, aunque yo ni lo ví entonces ni he visto después por ninguna parte el trofeo que lo acredite. Es muy probable que después de la melopea acabaras jugando dos horas después de terminar el torneo y te dieran algo para que te fueras y los dejaras en paz. Lo que me parece más peligroso, es que mi prima, que es una santa, te ponga verduritas para comer poque puedes acabar la carrera con más fibra que gloria. Ya veo que piensas que tienes posibilidades pero no tienes ninguna. Hoy ya he subido las escaleras tres veces seguidas y no se me ha alterado el pulso. Y eso que anoche estuve celebrando la semana del pintxo o cada uno te daban un vino. Suerte y sigue entrenando, aunque sólo sea... por la calva.