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BLACOS: Hola a todos, ...

Hola a todos,
Alejandro aunque la casa ya no existe, sigue estando en la memoria. La has descrito a la perfección. ¡Que años tan felices e inocentes!
Y cambiando de tema, creo que la maratón de este año va a ser divertida y competitiva. Yo no me inscribiré porque soy un poco más mayorcita y claro está, las piernas hay que cuidarlas, pero os aseguro que aplaudiré a rabiar al que gane y al que no gane también. Así que animo a seguir con la dieta, y a subir escaleras que es muy saludable.
Voy a continuar con lo de los paseos a la carretera. Como tu bien dices Alejandro, lo viviste desde las casas de las Petras, pero yo lo viví en vivo y en directo. Paseábamos por la carretera, que afortunadamente había muy poca circulación de coches. Llegaban chicos, ¡que digo chicos! entonces se decía los MOZOS. Llegaban de la Torre, de Valdealvillo, de Rioseco y hasta de Escobosa. Todos con su bicicleta, parecía que estábamos en Holanda, y al atardecer íbamos al pueblo, a casa de Agapito, y le pedíamos que fuera al ayuntamiento a tocar el violín para nosotras bailar. A veces, subía, tocaba dos o tres piezas y cuando se cansaba, enfundaba su violín y se iba a su casa. A las que nos gustaba la música y el baile, como a una servidora, hubiéramos continuado bailando aunque fuera con el canto de un grillo, o mejor con una pequeña orquesta de doce grillos, pero creo que hacia frio y estaban muy escondiditos.
Un abrazo.