En fin, es una pena ver pasar más de media vida y contemplarla desde un cuerpo en el que te sientes extraño y en una noche loca descubres que prefieres el pescado a la carne, la epilady a la gilette, y las medias de rejila a los calcetines de ejecutivo. Lo he dicho más de una vez. La vida es cruel, pero otras veces te da una segunda oportunidad. Entonces hay que aprovecharla y ponerse el abrigo para salir del armario, aunque sea en invierno. Hay que contar la verdad a los amiogs aunque despierte la burla de los que no lo son. No te importe reconocer que de pequeño jugabas con muñecas y tu madre te ponía tirabuzones. Así me gusta con la verdad a pecho descubierto. Si señor Mari Cruz así me gusta, con la verdad por delante y que le vayan dando al fotógrafo que detrás de la cámara se le heló la sonrisa al descubrirlo. Así me gusta guapo, con un par.