no habia amanecido y ya estaba casi preparada, el reto era llegar las primeras al paraje mas propicio para encontrar setas, habia quedado con ella, esa, que parece que se cae de la cama los fines de semana y que cuando tu vas ella ya viene y no terminaba de calzar mis botas coje - setas y ella ya llamaba a la ventana... Salimos de casa con las primeras luces de dia, y efectivamente, en el campo no encontramos a nadie, ni a nadie ni casi nada, porque las setas los sabados no deben madrugar y durante dos horas de pasear bajo la lluvia, yo desisti, pero mi compañera, es de las que piensa que las setas estan mas buenas, si te dejas la salud buscandolas, no se dio por vencida, y me tuvo toda la mañana de aca para alla, y yo despues de este intento fallido de encontrar el delicioso manjar, he decidido que me sale mucho mas a cuenta, comer cualquier otra cosa, porque la poca paciencia que tengo no la voy a malgastar en este juego de la aguja y el pajar, pero desde aqui, le deseo a mi compañera y hermana suerte y que no desista que ella vale, y que que yo pongo el vino...