Que bonito, verdad? Comienza un nuevo año y aquí estamos todos cumpliendo nuestros propósitos de enmienda y decididos a que nuestro mayor deseo sea contar en esta página nuestra viejas historias, mezcladas con las nuevas, llenas de verdades, cargadas de ironía, henchidas de gozo o hinchadas de imaginación, fantasía e irreverencia. Y es que los de Blacos somos así, extrovertidos, generosos en el comentario, dicharacheros, cascarrabias y sobre todo unos escritores adictos que llenamos folios y folios con una voracidad enfermiza. Y hay que reconocer que buena parte de estas virtudes se concretan en el mensaje que hay justo debajo de éste. Condensa la mejor verborrea de los de Blacos, esa extensa sátira de la que somos capaces de echar mano cuando necesitamos hacer un prolijo análisis de la situación. Uno de esos informes en los que no falta ni una coma, en los que se explica hasta el color de los sueños, los límites de las pesadillas y el peso de las esperanzas. Es auténtico en cai todo. Se reconoce enseguida la firma de su autor y estoy seguro que en estos momentos no hay nadie de Blacos que no sepa quien lo escribe. Y tampoco creo que quede nadie sin saber que en el Raso hay una cueva. La explicación es detallada y exhaustiva y estoy seguro de que va a marcar un nuevo estilo en esta página, hasta ahora monopolizada por uns cuantos soñadores de sueños, y algunos tan pesados como el que escribe en estos momentos con nombre y apellidos. Pero que le vamos a hacer. Yo cuando escribo pienso en los que leen lo que escribo, y seguro que entre ellos hay más de uno que agradece que de vez en cuando alguien les cuente algo, aunque sea que en el raso hay una cueva. Se empieza por ahí y podemos acabar organizando esa comida o cena de quintos, con el postre a base de los roscos que hacía la abuela, la madre o la tía llena de sobrinos. Y podemos ir a la fiesta todos vestidos con el traje típico de la región y ese día inaugurar el club social que van a regentar los chicos de oro, que luego en unos años convertirán en residencia de la tercera edad para no tener que moverse del sitio. Os recuerdo que esta historia empezó con una solitaria foto de José Miguel, el de la Margarita, y un comentario de la factoria de javieldelnicomedes. Y mira hasta donde hemos llegado, por lo menos hasta el Raso. Bienvenido y no decaigas porque esta carta, puedes estar segur@ que es de ánimo y no de crítica.
p. s. Ah! mucho ánimo a la familia de Lola y a la de todos los que necesiten fuerzas para seguir adelante.
p. s II. Y recordad que este año se cumple el 25 aniversario de la peña El Sombrero.
p. s. Ah! mucho ánimo a la familia de Lola y a la de todos los que necesiten fuerzas para seguir adelante.
p. s II. Y recordad que este año se cumple el 25 aniversario de la peña El Sombrero.