y se llamaba Blacos, y hace 40 años estaba lleno de gente, de padres y abuelos, de hermanos, de primos, había dos tiendas y dos carniceros, y muchas yuntas que utilizaban los hombres para labrar la tierra., y habíamos muchos niños y una escuela para todos, la escuela tenia un patio que era muy grande y con los años se ha encogido y se ha hecho pequeño. Había casas de adobe y piedra, con ventanas pequeñas, las puertas bien grandes porque los machos tenían que entrar a descansar a las cuadras. Las calles de piedras y tierra, de barro en invierno y de polvo en verano. había muchas mujeres que llevaban baldes en la cabeza, o cantaros, o botijos en las manos, había un rió, y una fuente, a donde se dirigían para lavar la ropa, y para llenar sus cantaros, y había un requejo, y losas, y panes de jabón.
En invierno el cielo se llenaba de humo que salia de cada hogar, de cada chimenea, los garbanzos, el repollo, las patatas, cocían arrimados a la lumbre, Había padres que contaban cuentos, madres que enseñaban canciones, abuelos que contaban la historia.
En verano, había mas cosas: el calor, mucho calor que soportaban los hombres en el campo, de sol a sol, muchas moscas, trabajo para los padres, para las madres, los niños libres en la era, en el rió, en el raso. había tormentas, y las abuelas corrían a la iglesia, había santos para muchas cosas, una para proteger la cosecha, y en la era llena de haces de trigo, hacinados, las parvas, los trillos, las horcas y rastros, y los sacos llenos de grano que serian la comida del invierno. Y bajando el palomar rodeando al rió, había multitud de huertos sembrados de remolacha, patatas, berzas, repollos.
en primavera cuando llovía, cogíamos caracoles, comíamos tallos de escaramujo.
En mi pueblo se vivía bien, había personas que se ayudaban, se prestaban, se acompañaban en los días buenos y en los días malos. y en mi pueblo había fiestas, con música, confitero, tanguilla y bolos, había vestidos nuevos, procesión, rosquillos. Había bailes, miradas...
. En mi pueblo hace 40 años no había muchos mozos y mozas, se habían ido a la capital a ganarse la vida, por suerte para mi pueblo muchos de aquellos jóvenes han vuelto, ya se han ganado la vida, y están, recuperando para el pueblo, la armonía, la colaboración. Gracias.
En invierno el cielo se llenaba de humo que salia de cada hogar, de cada chimenea, los garbanzos, el repollo, las patatas, cocían arrimados a la lumbre, Había padres que contaban cuentos, madres que enseñaban canciones, abuelos que contaban la historia.
En verano, había mas cosas: el calor, mucho calor que soportaban los hombres en el campo, de sol a sol, muchas moscas, trabajo para los padres, para las madres, los niños libres en la era, en el rió, en el raso. había tormentas, y las abuelas corrían a la iglesia, había santos para muchas cosas, una para proteger la cosecha, y en la era llena de haces de trigo, hacinados, las parvas, los trillos, las horcas y rastros, y los sacos llenos de grano que serian la comida del invierno. Y bajando el palomar rodeando al rió, había multitud de huertos sembrados de remolacha, patatas, berzas, repollos.
en primavera cuando llovía, cogíamos caracoles, comíamos tallos de escaramujo.
En mi pueblo se vivía bien, había personas que se ayudaban, se prestaban, se acompañaban en los días buenos y en los días malos. y en mi pueblo había fiestas, con música, confitero, tanguilla y bolos, había vestidos nuevos, procesión, rosquillos. Había bailes, miradas...
. En mi pueblo hace 40 años no había muchos mozos y mozas, se habían ido a la capital a ganarse la vida, por suerte para mi pueblo muchos de aquellos jóvenes han vuelto, ya se han ganado la vida, y están, recuperando para el pueblo, la armonía, la colaboración. Gracias.
Lola, no puedo más que alabar tu idea.
Desde luego que cada quien puede escribir lo que le de la gana y del tema que le plazca, que yo ni lo voy a censurar, ni autoridad tengo para ello. Tampoco se me ocurriría llevar la contraria a ninguna de vuestras mujeres, que seguramente hasta tendrán razón.
Pero lo que si me permito, y eso desde la lejanía de un blaqueño de tercera generación que apenas ha visitado el pueblo, es a seguir haciendo hincapié en la reflexión. Esta claro que el título de la página es BLACOS, con lo cual el nexo de unión de los que aquí se asoman no puede ser otro, y que si a participar en algún tema o coloquio se les invita en este sitio el tema ya esta claro y concretado, y que las desviaciones si las hubiera, siempre deberían retornar al mismo lugar. De esta sana manera yo entiendo que el número de personas posibles a participar, será el del número exacto de todos aquellos que de una manera u otra guardan, por la cusa que fuere, relación con el mismo. Ahora bien, si los debates y las conversaciones no tienen mucho o nada que ver con el interés común, anunciado en el propio cabecero de la página, el número de posibles participantes se reducirá sólo a aquellos que ese tema pueda unir o interesar, y según se vaya reduciendo más el número de interesados en los debates planteados más se reducirá el número de participantes. Que igual está bien, pero entones lo que habría que hacer, para no confundir a todos aquellos que se asoman por que el título les seduce e interesa, es cambiar el nombre de la página.
Sin más.
Desde luego que cada quien puede escribir lo que le de la gana y del tema que le plazca, que yo ni lo voy a censurar, ni autoridad tengo para ello. Tampoco se me ocurriría llevar la contraria a ninguna de vuestras mujeres, que seguramente hasta tendrán razón.
Pero lo que si me permito, y eso desde la lejanía de un blaqueño de tercera generación que apenas ha visitado el pueblo, es a seguir haciendo hincapié en la reflexión. Esta claro que el título de la página es BLACOS, con lo cual el nexo de unión de los que aquí se asoman no puede ser otro, y que si a participar en algún tema o coloquio se les invita en este sitio el tema ya esta claro y concretado, y que las desviaciones si las hubiera, siempre deberían retornar al mismo lugar. De esta sana manera yo entiendo que el número de personas posibles a participar, será el del número exacto de todos aquellos que de una manera u otra guardan, por la cusa que fuere, relación con el mismo. Ahora bien, si los debates y las conversaciones no tienen mucho o nada que ver con el interés común, anunciado en el propio cabecero de la página, el número de posibles participantes se reducirá sólo a aquellos que ese tema pueda unir o interesar, y según se vaya reduciendo más el número de interesados en los debates planteados más se reducirá el número de participantes. Que igual está bien, pero entones lo que habría que hacer, para no confundir a todos aquellos que se asoman por que el título les seduce e interesa, es cambiar el nombre de la página.
Sin más.