San Acacio el soldado, mártir. Se celebra en Blacos en Junio. Tradicionalmente era día de Hacenderas (trabajo comunal).
En Bizancio, San Acacio, soldado y mártir.
patronazgo: patrono de los soldados, protector en situaciones de miedo mortal o desesperadas, para tener fortaleza ante las duda; también contra el dolor de cabeza.
San Acacio o Agato es, junto con San Mucio, el único mártir auténtico de Bizancio, en la antigüedad. Había nacido en Capadocia y era centurión del ejército imperial. Murió por la fe durante la persecución de Diocleciano y Maximiano. Como sufrió solo el martirio, hay que situar en otra fecha a los setenta y siete compañeros que se le atribuyen generalmente. Según las «Actas» de san Acacio, que no son fidedignas, fue denunciado por el tribuno Firmo, en Perinto de Tracia, donde el juez Bibieno le mandó torturar cruelmente. Después, fue trasladado a Bizancio, donde le flagelaron públicamente y le decapitaron.
En Constantinopla había dos o tres iglesias dedicadas a san Acacio. Una de ellas fue construida por Constantino el Grande. El pueblo la conocía con el nombre de «el nogal», porque en su estructura había un trozo del nogal en ei que, según la leyenda, el santo había sido colgado durante la flagelación.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston
En Bizancio, San Acacio, soldado y mártir.
patronazgo: patrono de los soldados, protector en situaciones de miedo mortal o desesperadas, para tener fortaleza ante las duda; también contra el dolor de cabeza.
San Acacio o Agato es, junto con San Mucio, el único mártir auténtico de Bizancio, en la antigüedad. Había nacido en Capadocia y era centurión del ejército imperial. Murió por la fe durante la persecución de Diocleciano y Maximiano. Como sufrió solo el martirio, hay que situar en otra fecha a los setenta y siete compañeros que se le atribuyen generalmente. Según las «Actas» de san Acacio, que no son fidedignas, fue denunciado por el tribuno Firmo, en Perinto de Tracia, donde el juez Bibieno le mandó torturar cruelmente. Después, fue trasladado a Bizancio, donde le flagelaron públicamente y le decapitaron.
En Constantinopla había dos o tres iglesias dedicadas a san Acacio. Una de ellas fue construida por Constantino el Grande. El pueblo la conocía con el nombre de «el nogal», porque en su estructura había un trozo del nogal en ei que, según la leyenda, el santo había sido colgado durante la flagelación.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston