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Me he dicho, voy a escribir mi receta de los miércoles. Estaba dispuesto a esperar más pero acabo de wasappear con mi primo el BaraKa y me ha dicho que no puede atenderme, que tiene un lío tremendo que no lo deja vivir. Y para mí que lo que le pasa es que lleva una semana mirando con lupa todas las fotografías que hizo en las fiestas de Blacos. Ha recuperado de repente su afición por los detectives, su olfato de sabueso, ha desempolvado la lupa y estudia cada milímetro de la foto buscando descubrir la identidad de " la anónima". Y es que el pobre tiene una espina clavada y no hay forma de sacársela. Después de perder varios años en aprender las más modernas técnicas de investigación, se ha hundido en la miseria. Ha visto que a pesar de todos sus conocimientos es incapaz de descubrir a alguno de los anónimos que habitan y han habitado esta página. Este verano se vino un poco arriba porque en su otro pueblo la página está poblada de anónimos que además se cachondean de los que ponen nombre. No como aquí que tenemos pocos y desganados. Allí ya sabe quien son cinco o seis y pensaba que ya lo tenía todo hecho. Entonces va nuestra anónima y le da pistas hasta fotográficas, y ni por esas. El tío se debate en un mar de dudas y hasta ha llegado a pensar que la anónima sea un anónimo disfrazado de Juana la Loca. Yo le he dicho que igual le toman el pelo, que seguro que “Juana” no estuvo en la fiesta, que probablemente ni sepa quien es el Baraka, que puede que sea un ovni, un invento, la prima de riesgo o alguien que quiere evadir impuestos desde nuestro pueblo. No quiere ni oírme. Está convencido que dice la verdad, que “Juana” estuvo en la comida popular y ya ha reducido su campo de acción a las dos fotografías de más abajo. Ha descubierto que en cada una hay por los menos veintitrés personas que se repiten. Si la anónima dice la verdad las mujeres que se ven son dieciocho. Si descontamos las que no son, las que no pueden ser, las que no quieren, y la Josefa, sólo le quedan una o tres. Ahí está la clave. Que conste que yo descuento a la Josefa porque aparte de ser una santa (sólo por aguantar a Javi hace años que se ganó cualquier cosa buena que se pueda ganar en esta vida o en cualquier otra), es una buena mujer y mejor persona, a la que además esos juegos de los anónimos la pillan muy cansada y a la otra orilla de dimes y diretes. Baraka quedan una o tres como mucho. Esmérate ahí, haz tus cábalas, aplica tus técnicas y en cuatro o diez años lo clavas. Aunque igual para entonces ya no queda nadie aquí en la página dispuesto a escuchar tus descubrimientos. Yo en tu lugar lo dejaba y me dedicaba a otars cosas más importantes. Por ejemplo con esto de los detectives no te he podido decir que ya hay nueva Comisión de Fiestas, que tienes que comprar lotería para aportar tu granito de arena. Que si toca y no la quieres cobrar no pasa ná. Tampoco te he podido contar que Enrique por fin el otro día mató algo, que los de la peña llevan una semana celebrándolo y que han hecho una colecta para comprarle cartuchos porque creo que gastó todos para cazar una paloma, no dos o tres sólo una. Que no saben si comérsela o disecarla y ponerla un altar en nuestra sala de trofeos. Tampoco te he podio decir que este domingo también hay fiesta en Blacos pero que es mejor que no vayas, que ya han comprado la comida y no contaban contigo. No es cuestión de que dejes a ocho o nueve sin comer. También quería decirte que descanses, que no es bueno a tu edad que te obsesiones con cosas tan mundanas como encontrar a alguien que no quiere que la encuentres, bueno igual si. Que es mucho mejor que gastes tus fuerzas en otras cosas como hacer ejercicio, comer sano e ir a misa los domingos y a la piscina los martes. Ah ¡y que me escribas alguna vez, entre lupa y lupa o por lo menos contesta a mis correos. Por cierto aunque me da mucha vergüenza decírtelo te lo voy a decir. Esa gorra que te pones cuando investigas le quedaba muy bien a Sherlok Holmes, pero a ti no, a ti te hace muy mayor y ya tienes bastante con lo tuyo como para que encima te echen más años. Bueno en fin, ya ves, se ha acabado el verano, nos morimos de nostalgia, aquí no escribe casi nadie... Vamos como siempre