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BLACOS: Me voy a permitir utilizar la poesía de las fotos de...

Me voy a permitir utilizar la poesía de las fotos de mi primo, para ponerles una prosa explicativa. Lo voy a decir de esta calle pero por última vez. Era de piedra y de tierra como todas en aquellos años, excepto la plaza y la calle que subía desde la puerta de la casa de Eduardo hasta la misma plaza.
La calle del Río es una de las que más ha sufrido el paso de los años. Algunos pueden pensar que para bien y otros creer que cualquier tiempo pasado fue mejor.
Si nos ponemos al lado del fotógrafo, la primera casa de la izquierda ha mejorado su aspecto lateral y ha sufrido reformas generales para mantenerse en pie. Yo de aquellos años sólo recuerdo que era una cochera en la que Cosme, hermano de Federico, guardaba un viejo camión con el que trabajaba. Y además la cochera parecía hecha a medida porque el vehículo entraba justo. A la derecha, absoluta novedad. En aquellos años era la parte trasera de la casa del padre de Andrés. La entrada estaba por delante y en las tardes de sol siempre estaba allí sentado Marcos, así se llamaba, que perdió la vista pero no el buen humor. Cuando íbamos a por agua a la fuente con el botijo de la escuela siempre le salúdabamos y a la vuelta él siempre nos preguntaba lo mismo ¿has apretado bien el agua, para que coja más en el botijo?. Son de esas cosas que se graban en la memoria y se mantienen hasta que la pierdes.
Y a la izquierda en aquellos años vivían Vitoria, Federico y sus cuatro hijos. La casa tenía una primera entrada a una especie de patio y luego la de la vivienda.
Y a partir de aquí todo, o cai todo nuevo, A la derecha estaba la conocida como arreñal y no había ni viviendas ni edificio alguno, hasta que se llegaba a la parte de debajo de la escuela que era un viejo corte abandonado que utilizábamos para distintos menesteres, no todos lúdicos y recreativos. Y a la izquierda una pequeña finca de cereal hasta la actual casa de la mujer e hijas de Cosme, que en aquellos años no se utilizaba como vivienda. Después la calle enlazaba con el camino a Torreblacos, que pasaba por el Batán y por el Pozo de la Boticaria, y que durante mucho tiempo era el único que había o el único que se utilizaba para ir al pueblo de al lado. No había una diferencia sustancial entre la calle y el camino, sobre todo cuando dejaba de tener casas a sus lados