los agricultores miran compungidos sus sembrados que están creciendo poco y mal debido a la falta de agua. Esta es la vida del hombre de campo, del agricultor, que cada año sobrevive a malas cosechas y a perdidas monetarias, esto no sera verdad, pero tampoco lo es la leyenda de lo mucho que ganan, y la de dinero que tienen todos. como habitante de un pueblo de agricultores, como hija de un agricultor de los de antes, de los de vocación, amantes y orgullosos de su ocupación. Me siento afectado por lo malo y por lo bueno. Nunca quise vivir, como vivía mi familia, mirando siempre hacia el cielo. Un trabajo laborioso que una pedregada podía deshacer en unos minutos. hace falta un temple especial, se lanzaban sin red a la siembra, al abonado, mimaban los cultivos, se los disputaban a las malas hierbas, luego llegaban los primeros calores, que sin agua, arrebataban las espigas, el grano se mermaba y apenas tenia peso especifico, si las lluvias eran demasiado abundantes, la tierra se encharcaba y se pudrian las espigas. Pero a pesar de esta incierta aventura, cada año iniciaban con la misma ilusión y perseverancia, esto lo he vivido desde mi infancia, hasta bien entrada mi juventud. Por eso cuando oigo los comentarios de lo poco que trabajan los agricultores, de lo bien que viven, de los muchos pisos y grande tractores que tienen, siempre estoy en desacuerdo, pues pienso que es un oficio muy poco agradecido en general, y que aun con la ayudas económicas, ellos viven mirando al cielo. Todabia no les ofrecen el Tiempo a la carta, que por otra parte restaría emoción, y a lo mejor habría muchos mas competidores. Alejandro me gustaria ofrecerte temas que te animen a contarnos tus recuerdos, aunque se que te sobra imaginación y memoria. Baraka si te surge alguna pregunta, sobre todas estas vivencias nuestras, pues las haces, porque visto desde un punto de vista mas objetivo seguro que encuentras curiosidades o dudas.