Veratos en Blacos
Por fin fuimos invitados a Blacos y, eso que ya llevábamos tiempo insistiendo.” Queremos ir a tu pueblo, queremos ir a tu pueblo”.
Estamos sorprendidos de la belleza de los lugares recorridos, y mira que recorremos lugares. Nos pareció precioso todo. Estábamos sorprendidos.
En Blacos nos recibieron fenomenal, con gran hospitalidad.
Veníamos con una condición impuesta: nos teníamos que aprender dos canciones y cantarlas por las calles, de ronda: “Soria, la gloria de España” y “mozas que a la compra vas”. Las aprendimos, las adaptamos y las cantamos. También cantamos una docena de nuestra tierra y alguna otra de otros mundos.
Hemos aprendido a echar “sociedades”, aunque no sabemos beber en bota.
Si hubiéramos podido estar más tiempo hubiéramos hecho parte del repertorio que conocemos de rondas y serranas del folklore extremeño.
Agradecemos los aplausos y el cariño de la gente. Lo de la llave del alcalde fue gracioso.
Nos sorprendió el pueblo, mucho más bonito de lo que sale en internet. Por eso recomiendo visitarlo.
Nos costó aprendernos el nombre y localizarlo en el mapa. Pero ya no lo olvidamos.
Partocho.
Por fin fuimos invitados a Blacos y, eso que ya llevábamos tiempo insistiendo.” Queremos ir a tu pueblo, queremos ir a tu pueblo”.
Estamos sorprendidos de la belleza de los lugares recorridos, y mira que recorremos lugares. Nos pareció precioso todo. Estábamos sorprendidos.
En Blacos nos recibieron fenomenal, con gran hospitalidad.
Veníamos con una condición impuesta: nos teníamos que aprender dos canciones y cantarlas por las calles, de ronda: “Soria, la gloria de España” y “mozas que a la compra vas”. Las aprendimos, las adaptamos y las cantamos. También cantamos una docena de nuestra tierra y alguna otra de otros mundos.
Hemos aprendido a echar “sociedades”, aunque no sabemos beber en bota.
Si hubiéramos podido estar más tiempo hubiéramos hecho parte del repertorio que conocemos de rondas y serranas del folklore extremeño.
Agradecemos los aplausos y el cariño de la gente. Lo de la llave del alcalde fue gracioso.
Nos sorprendió el pueblo, mucho más bonito de lo que sale en internet. Por eso recomiendo visitarlo.
Nos costó aprendernos el nombre y localizarlo en el mapa. Pero ya no lo olvidamos.
Partocho.