En la década de los cincuenta del siglo pasado, en la pequeña y bonita iglesia de Blacos, los niños y niñas junto con el Prudencio y alguna persona mayor, cantábamos la novena a San antonio. Si buscas milagros, mira muerte y error desterrados, miseria y demonio huidos, leprosos y enfermos sanos. El mar sosiega su ira, redimense los encarcelados, miembros y bienes perdidos recobran mozos y ancianos. El peligro se retira, los pobres van remediados; cuentenlo los socorridos diganlo los paduanos. El mar... Tambien en este dia, era costumbre de mondar el caz y el cárcamo del molino.