BLACOS: https://youtu. be/RXN3zt2JruQ...

https://youtu. be/RXN3zt2JruQ

En el baúl de mis recuerdos, abajo en el fondo, guardo aquel miedo reverencial que se tenía en Blacos a las tormentas. El cielo se vestía de luto allá por la pila la zorra, y las madres recogían a sus poyuelos para ponerlos a salvo de la ira desatada del viento, de los rayos y truenos. Era algo así como el hombre del saco y el sacamantecas juntos y aliados para atizarnos con el vendaval por todas las esquinas. A veces además las tormentas dejaban algún que otro rayo suelto, como aquel que destrozó la cruz de la iglesia en una tarde negra de verano. Por eso desde entonces he confiado poco en estos fenómenos metereológicos. Después con la entrada de los años y en el umbral de la madurez mi desconfianza se fue diluyendo como un azucarillo. E incluso llegaron otras tormentas que siempre me han provocado curiosidad. Son las que ahora se llaman tormentas de ideas, y que viene a ser algo así como un sunami de proyectos en busca de un fin superior.
Algunas veces las he puesto en práctica con los amigos, e incluso con los enemigos. La mayoría de las veces han acabado en una sequía perpetua y casi nunca conseguimos que cayera ni una gota de inteligencia. Eran siempre tormentas secas, con mucho ruido de fondo, algún relámpago despistado y algunas gota de agua que se secaba antes de llegar al vaso. Más que tormentas acababan en un calabobos, que era lo que mejor definía a los que queríamos encontrar la piedra filosofal que nos sacara del atolladero. Y así fuí perdiendo interés por esta versión moderna de las tormentas.
Y claro con estos antecedentes me impresiona todavía más lo que veo. (https://youtu. be/RXN3zt2JruQ)

Y no me lo puedo callar, porque es un mérito que se debe propagar más allá de cualquier envidia. Hay tormentas en las que se junta la inteligencia, la sensibilidad, el humor, la destreza tecnológica, el ingenio verbal… y desemboca en esto. Lo que fue para mí un vaso ligeramente mojado por alguna lágrima de desconcierto, descubro que aquí es un vergel que brota en una tierra sembrada por un esfuerzo compartido y que no es más que la semilla de una cosecha fructífera, de la que sólo hemos podido ver los tallos de esas plantas gigantes. Y la verdad, yo lo digo porque siempre huyo de cualquier adulación, es que el resultado es sorprendente. Sorprende de unos renacuajos a los que hasta hace cuatro días he mirado por encima del hombro, ahora ya no porque me pasan muchos centímetros. Unos mocosos que lloraban a la puerta de casa pidiendo la merienda, unos enanos que se conformaban con una piscina de secano. Quien lo iba a decir, pero lo tengo que decir, no me puedo callar y el mérito es superior a cualquier rencor que pueda surgir de la rivalidad. Y los jodidos de ellos tienen sentido del humor, y mucho, hasta esa pequeña huidiza que escondía la timidez detrás de cualquier esquina, o los chicos de abajo, que sin darnos cuenta han pasado la infanciaadolescencia en tres veranos que los hemos perdido de vista. O ese trío donostiarra que se secaba al sol de agosto sobre la playa del olmo. Un olmo en el que coincidieron menos con las hermanas Pérez, continuadoras de una saga más prolífica que la de Amar en Tiempos Revueltos, que va ya por el capítulo 15.238. Ves lo que hacen y te crean una curiosidad insoportable en estos cuatro días que quedan para que estrenen su obra. ¿Dónde está esa indolencia que paseaban hasta ayer por las calles de día y por las sombras de la noche ¿¿Acaso se os ha olvidado que hay que mantener un respeto a los mayores? ¿No os han enseñado un poco de misericordia para no pisar la senda de los elefantes? ¿No os dais cuenta que nos quedamos sin argumentos los que un día pensamos que teníamos imaginación? ¿no se os ha ocurrido pensar que la frustración que nos crea vuestra sagacidad artística la vamos a pagar con vuestros padres, al no poder hacerlo con vosotros?

Evidentemente no tengo ninguna esperanza de que me contesten a estas preguntas. Primero porque seguro que no pierden el tiempo en leer las paranoias de este estrujaletras (así me llama mi primo el Baraka). Y segundo porque en el milagroso caso de que lo lean, se pitorrearán de esto y de todo lo demás que les pueda decir.

Pero no me lo puedo callar (https://youtu. be/RXN3zt2JruQ), porque cuando un grupo de amigos gasta parte de su tiempo en pensar cómo hacer disfrutar a otro grupo mayor de amigos, tienen un mérito digno de mencionar. Pero si además se esfuerzan en la innovación, se recrean en el diseño, se esmeran en la puesta en escena y nos dan una lección de inglés, los calificativos aumentan muchos quilates. Y es que además no tenían ninguna obligación, porque las grandes faenas exigen una enorme dosis de riesgo, las obras de arte exigen una gran capacidad de astucia, y las lecciones magistrales necesitan siempre de un perfecto conocimiento de la materia. Puede parecer que exagero pero a mí me parece que no y como soy yo quien lo escribo pues lo digo tan claro como siempre. Y es que los que lo vean (https://youtu. be/RXN3zt2JruQ)) no deben quedarse con esta introducción. Hay que ir un poco más allá y pensar que es sólo el prólogo, la introducción. El desenlace viene después y ahí es donde me pica la curiosidad. Ya sé que los pregones de fiestas están muy de moda desde hace muchos años. La moda se convirtió en una pasarela fhasion en 2.011 (si no lo digo reviento). Luego la pasarela se transformó en una alfombra roja, pero estos nenes quieren abrir las puertas del teatro de los sueños y convertir la plaza en el Metropolitam de Nueva York, por lo menos.

Unos lo veremos con admiración, otros lo seguirán con fruición, otros disfrutarán de la diversión, y habrá unos cuantos a los que se les caerá la baba. Son esos padres orgullosos que ya se encargan de darnos la tabarra con la bomba que preparan sus hijos y con ese brillo especial en los ojos, que no deja de ser el orgullo de unos padres orgullosos. También esto lo tenía que decir y no es porque me haga ninguna gracia ni les otorgue ningún mérito a los padres. Simplemente lo hago por egoísmo, para que el día que me toque a mi nadie se ría cuando llore de emoción. No me lo puedo callar. Hay esfuerzos que se merecen como mínimo el mérito de vivir en el recuerdo.
Ánimo chavales, la fiesta es vuestra. Y para darle más valor a lo que hacéis, yo propongo instaurar un nuevo premio, nombraros como comisión permanente por vuestro ingenio, vuestra capacidad de trabajo y vuestra generosidad para continuar muchos años… por lo menos los que les puedan tocar a vuestros padres, y a los amigos de vuestros padres. Es una idea, una buena idea diría yo. (https://youtu. be/RXN3zt2JruQ) Ah por cierto este es el enlace que hay que pichar para ver lo monos que son estos pibes.