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BLACOS: No soy " hijo de la derrota y del alcohol, ni sobrino...

No soy " hijo de la derrota y del alcohol, ni sobrino de la necesidad", como canta en una de sus históricas letras mi querido Joaquín Sabina. Pero aún no siéndolo soy. Soy de esos a los que siempre ha llamado más la atención el mundo de pequeños canallas perdedores que el de los tiburones de Wall Street o de los macarras triunfadores que se columpian al mando de un descapotable por las playas de Puerto Banús. Y esto viene a cuento de los siguiente. Esta foto es la última en la colección de la página de Blacos. Es la fotografía que menos votos ha recibido y por ello, se supone, que es la que menos gusta a los visitantes del orbe de Blacos. Y por eso simplemente, a mí me interesa mucho más que la primera de la tabla, la nomber one de los admiradores del arte de la cámara. Los números unos tienen que luchar a brazo partido para no salir del podio. Sin embargo los últimos luchan únicamente por subsistir, por no dar un paso adelante y caer en el pozo del olvido. Y la verdad es que no entiendo el motivo por el que esta foto de Arkaitz es la última. Envía un mensaje positivo: " Es su primera medalla deportiva", y esto no se le olvida en la vida al chaval. Es decir, es una foto que desde su nacimiento ya ha empezado a hacer historia. Después presume de que es su primera medalla conseguida en Blacos, algo que da una importancia vital al pueblo. Se puede conseguir una medalla en el estadio olímpico de Roma, en las pistas de la Peineta o en las de Montjuic, o incluso en las de La Cartuja en Sevilla. Pero ¿en Blacos? Conseguirla en Blacos está al alcance de muy pocos. Yo, por ejemplo, llevo más de treinta fiestas vividas y no he conseguido ni un triste delantal después de mi insuperable receta de tarta de hongos. Por lo tanto hay que saber valorar el mérito. Y por si fuera poco hace una declaración de amor en toda regla a su recién nacido Blacos, y promete que será más eterno que el de Romeo Y Julieta. ¿Qué más queremos? Por favor, es una injusticia que esté la última. Pero hay más. Basta fijarse en la cara de Arkaitz. Su gesto reflexivo, profundo y serio..., sobre todo serio, para darle el auténtico valor que tiene el momento. Un valor que se acrecienta con ese cartelito sublime de " Cross Popular. Blacos 2.012". Pone la carne de gallina. Es tan personal y a la vez tan trascendente el instante, que Raquel no ha podido salirse de foco para que los anales de Blacos reconozcan que ella también participó en el cross, con el número 042, aunque no parece que consiguiera medalla. Más acostumbrada al oro parece estar Iria, que se lo toma con la tranquilidad de la costumbre y prefiere pasar desapercibida y recuperar fuerzas para el resto del programa. Dios mío, ¿cómo puede ser la última foto de la página? Es un delito contra la humanidad de Blacos.
A no ser que la camiseta del chaval despierte los antagonismos deportivos, y ser del Athletic sea un motivo de discriminación. Esto lo entendería en caso de mi primo el Baraka, que le han prohibido la entrada a San Mamés y lo han declarado "el gafe de la Ría". El Athletic no ha ganado absolutamente nada desde que mi primo se aficionó al equipo. Y eso que hubo unos años que les ayudó a pintar la gabarra, aunque luego le acabaron dando disolvente. Pero ¿el chaval? es del Athletic porque le da la gana, porque tienen que hacer labor de cantera y su cantera nace en el Nervión pero continúa por Tudela, Calahorra y Soria. ¡Aiba la hostia tú!, como si ser rojiblanco fuera un pecao. Además Arkaitz la luce con garbo y señorío, no como otros. Y si descarto la camiseta y la muñequera pasa desapercibida, va a ser por la publicidad. A ver, Petronor no está muy bien visto en Blacos. Queda mejor con el verde de las Eras, las Lineas Aereas de Qatar o las Fly de los Emiratos. Y así nos va. Decimos, mañana es el clásico, el partido del siglo, el.... y en realidad juegan los aviones de Qatar contra los de los Emiratos Árabes (Todo se queda en el Golfo). Y entre los pasajeros, alguno de Leganés, algún otro de Fuenlabrada, otro de Feuntealvilla y dos o tres del Eixample barcelonés. Y para de contar. En Bilbao no es así ni muchos menos. En el Athletic juegan cuatro o cinco de Pamplona, uno de Alfaro, otro de Calahorra, un francés, otro de Cascante, y ocho de Guipuzcoa. AH ¡Y También juega Iñaki Williams, que aunque dice que es de Bilbao, todos sabemos que es de Pamplona. ¿Está claro? Así que no hay color. Por lo tanto tampoco debe ser culpa de la camiseta. Así que ya estamos votando la foto de Arkaitz para evitar el descenso, y que llegue por lo menos a puestos de Europe Ligue, " el lugar natural de los leones".