Cómo duelen las ausencias. Hay que despejarse la cabeza que nos roba las pesadillas, para darnos cuenta de las punzadas que produce el paso del tiempo. Son tantos los que se han ido y hace tanto que se fueron, que muchos de los que lleguen a leer esto no reconocerán a la mitad de los que aparecen en la fotografía. Para ayudar un poco a perpetuar el recuerdo de ellos. son: en la fila de arriba de izquierda a derecha de la foto, Nicomedes (+), Manolo (+) y Agapito 8+). Y en la fila de abajo, Luis, Mari Carmen (hija de Antonino), Rafa (el marido de Goya), Antonino, Paco (+) Y Ricardo " El Poza".
Sería imposible encontrar un lugar en el que se pudieran almacenar todas las risas de las que disfrutamos con muchos de ellos. Pero también nos deleitaron con sus dotes musicales como las de Agapito, con uno de los sentidos del humor más finos que han pasado por Blacos, como el del Poza, con la simpatía a raudales de Paco, con la bondad infinita de Manolo, con la resistencia infinita de Antonino, con la gracia natural de Rafa, o con esa mirada tierna y la nobleza a flor de piel de Nicomedes. Son valores que puede que durante muchos años hayan estado escondidos en el túnel de la memoria. Pero cuando ves una fotografía como esta, se recuperan con una nitidez que pone la carne de gallina. Era este momento, en definitiva, una parte de la creación de esos cimientos que han hecho que Blacos se mantenga firme, con total esperanza en el futuro y con el cariño de la memoria del pasado. Tempo fugit.
Sería imposible encontrar un lugar en el que se pudieran almacenar todas las risas de las que disfrutamos con muchos de ellos. Pero también nos deleitaron con sus dotes musicales como las de Agapito, con uno de los sentidos del humor más finos que han pasado por Blacos, como el del Poza, con la simpatía a raudales de Paco, con la bondad infinita de Manolo, con la resistencia infinita de Antonino, con la gracia natural de Rafa, o con esa mirada tierna y la nobleza a flor de piel de Nicomedes. Son valores que puede que durante muchos años hayan estado escondidos en el túnel de la memoria. Pero cuando ves una fotografía como esta, se recuperan con una nitidez que pone la carne de gallina. Era este momento, en definitiva, una parte de la creación de esos cimientos que han hecho que Blacos se mantenga firme, con total esperanza en el futuro y con el cariño de la memoria del pasado. Tempo fugit.