Blacos Vaciado
La España Vaciada. Personalmente me parece que las intenciones están muy por encima del eslogan de la manifestación de este domingo en Madrid para denunciar la despoblación que sufren muchas zonas de España, entre ellas. y más que todas nuestra querida tierra soriana. Al hablar de vaciada parecer referirse a que ha habido una intención, una acción voluntaria de abandonar esta tierra, cuando la realidad, siempre, ha sido muy distinta. Ha sido precisamente la situación de esos pueblos y ciudades la que ha empujado a la gente a buscarse la vida allá donde la podía encontrar. El otro día leí una carta del director del Diario de Soria. Y como se suele decir ponía los puntos sobre las íes. Decía que hay tres causas fundamentales en la despoblación soriana.
1.- El caciquismso tardofranquista, Y hablaba de esos apellidos de abolengo, conocidos por todos, y que dominaban la industria y los servicios de Soria, sin ninguna intención de compartirlos con nadie más, y además con el firme propósito de impedir que llegara nadie a hacerles competencia.
2.- Los políticos sorianos. Sobre ellos afirmaba que han dedicado sus carreras a su lustre personal,, y muy pocas veces, o ninguna, se han preocupado de las necesidades de los demás ni siquiera de aquellos que los elegían año tras año con la seguridad de que no iban a pensar ni un sólo segundo en sus necesidades. Y lo que no decía la carta, pero lo digo yo, es que es muy posible que la historia nos demuestre que los apellidos de algunos de esos políticos eran los mismos que los de algunos caciques. Todo se quedaba en casa.
3.- El tercer motivo es el que llama “chauvinismo soriano”. Que traducido al castellano de la calle significa algo así como, “ aquí que no venga nadie de fuera, que nosotros nos apañamos”. Y en ese que no venga nadie incluyen muchas veces a posibles emprendedores con ganas de poner una empresa, a médicos jóvenes que buscan progresión o experiencia, o incluso que no venga nadie a los pueblos con niños en edad escolar, para evitar que se cierren los centros educativos.
Y esto lo decía pensando en Soria capital, pero se puede aplicar también a los pueblos, a Blacos por supuesto. Hubo caciques, yo conocía a algunos cuando era pequeño y luego algo más mayor. Era esa gente a la que se le llamaba de Don, y se aprovechaba de todo lo que podía. No hemos sido ajenos a esos políticos que se les llena la boca de hablar de corrupción para ver si consiguen que no hablen de su orden de prioridades, de sus egoísmos y de sus apetencias personales. Y ha habido siempre gente que no quería que viniera nadie más, ni siquiera los que volvían después de irse, o los que habían dejado abierta la puerta de su casa, por si un día se les ocurría regresar.
Pero en Blacos, por suerte, hay una gran diferencia sobre otros sitios y lugares que han sucumbido a la desertización rural, Y a veces la mejor manera de explicar una cosa es con un ejemplo. Este año en Blacos hemos perdido varias personas que hacían pueblo desde que nacieron. También hemos perdido a algunos que querían hacer pueblo aunque hubieran nacido en otro. El censo se ha encogido todavía más. Bueno, pues aún así, este año se han hecho tres casas nuevas y se han reformado alguna más. Algo, es obvio, que significa continuidad en el futuro. Y ahí está la esperanza de Blacos como pueblo. Hay gente dispuesta a seguir viajando a Blacos y a llenar sus calles. Y sobre todo a inculcar a sus hijos y nietos el cariño por el pueblo. Aunque a veces no es necesario, e incluso sucede al revés. No tenemos más que ver a todos esos jóvenes que lo llenan de vitalidad, aunque sea unos días o unas semanas al año.
Y lo queramos ver o no ese es el clavo al que hay que agarrarnos. Blacos está en sus manos. No se les puede regatear ni un rincón del pueblo porque les pertenece por derecho y por méritos propios. Y si les dejamos ya se encargarán ellos de trasformar las mentes estrechas, de cambiar el pensamiento de los que sólo tienen uno y de enseñar a disfrutar a los que disfrutan sufriendo. Es un paso fundamental. Blacos hace tiempo que ha dejado de ser una propiedad privada, una sociedad cerrada y una mentalidad anclada en el pasado.
Si no damos ese paso, a ver quién va luego a quejarse de un Blacos Vaciado.
La España Vaciada. Personalmente me parece que las intenciones están muy por encima del eslogan de la manifestación de este domingo en Madrid para denunciar la despoblación que sufren muchas zonas de España, entre ellas. y más que todas nuestra querida tierra soriana. Al hablar de vaciada parecer referirse a que ha habido una intención, una acción voluntaria de abandonar esta tierra, cuando la realidad, siempre, ha sido muy distinta. Ha sido precisamente la situación de esos pueblos y ciudades la que ha empujado a la gente a buscarse la vida allá donde la podía encontrar. El otro día leí una carta del director del Diario de Soria. Y como se suele decir ponía los puntos sobre las íes. Decía que hay tres causas fundamentales en la despoblación soriana.
1.- El caciquismso tardofranquista, Y hablaba de esos apellidos de abolengo, conocidos por todos, y que dominaban la industria y los servicios de Soria, sin ninguna intención de compartirlos con nadie más, y además con el firme propósito de impedir que llegara nadie a hacerles competencia.
2.- Los políticos sorianos. Sobre ellos afirmaba que han dedicado sus carreras a su lustre personal,, y muy pocas veces, o ninguna, se han preocupado de las necesidades de los demás ni siquiera de aquellos que los elegían año tras año con la seguridad de que no iban a pensar ni un sólo segundo en sus necesidades. Y lo que no decía la carta, pero lo digo yo, es que es muy posible que la historia nos demuestre que los apellidos de algunos de esos políticos eran los mismos que los de algunos caciques. Todo se quedaba en casa.
3.- El tercer motivo es el que llama “chauvinismo soriano”. Que traducido al castellano de la calle significa algo así como, “ aquí que no venga nadie de fuera, que nosotros nos apañamos”. Y en ese que no venga nadie incluyen muchas veces a posibles emprendedores con ganas de poner una empresa, a médicos jóvenes que buscan progresión o experiencia, o incluso que no venga nadie a los pueblos con niños en edad escolar, para evitar que se cierren los centros educativos.
Y esto lo decía pensando en Soria capital, pero se puede aplicar también a los pueblos, a Blacos por supuesto. Hubo caciques, yo conocía a algunos cuando era pequeño y luego algo más mayor. Era esa gente a la que se le llamaba de Don, y se aprovechaba de todo lo que podía. No hemos sido ajenos a esos políticos que se les llena la boca de hablar de corrupción para ver si consiguen que no hablen de su orden de prioridades, de sus egoísmos y de sus apetencias personales. Y ha habido siempre gente que no quería que viniera nadie más, ni siquiera los que volvían después de irse, o los que habían dejado abierta la puerta de su casa, por si un día se les ocurría regresar.
Pero en Blacos, por suerte, hay una gran diferencia sobre otros sitios y lugares que han sucumbido a la desertización rural, Y a veces la mejor manera de explicar una cosa es con un ejemplo. Este año en Blacos hemos perdido varias personas que hacían pueblo desde que nacieron. También hemos perdido a algunos que querían hacer pueblo aunque hubieran nacido en otro. El censo se ha encogido todavía más. Bueno, pues aún así, este año se han hecho tres casas nuevas y se han reformado alguna más. Algo, es obvio, que significa continuidad en el futuro. Y ahí está la esperanza de Blacos como pueblo. Hay gente dispuesta a seguir viajando a Blacos y a llenar sus calles. Y sobre todo a inculcar a sus hijos y nietos el cariño por el pueblo. Aunque a veces no es necesario, e incluso sucede al revés. No tenemos más que ver a todos esos jóvenes que lo llenan de vitalidad, aunque sea unos días o unas semanas al año.
Y lo queramos ver o no ese es el clavo al que hay que agarrarnos. Blacos está en sus manos. No se les puede regatear ni un rincón del pueblo porque les pertenece por derecho y por méritos propios. Y si les dejamos ya se encargarán ellos de trasformar las mentes estrechas, de cambiar el pensamiento de los que sólo tienen uno y de enseñar a disfrutar a los que disfrutan sufriendo. Es un paso fundamental. Blacos hace tiempo que ha dejado de ser una propiedad privada, una sociedad cerrada y una mentalidad anclada en el pasado.
Si no damos ese paso, a ver quién va luego a quejarse de un Blacos Vaciado.