ENTRE PIEDRAS MILENARIAS
Sombras de siglos se viven
en sus calles medievales,
son signos que se perciben
como cosas naturales.
Calatañazor de historia
entre piedras de testigos,
su valle tiene memoria
de conocer los castigos.
Valle de sangre en sus guerras
con los árabes luchando,
cuantos recuerdos se entierran
que el tiempo les va guardando.
Entre enebros y pinares
en estas tierras sorianas,
se hacen buenos lo lugares
con sonidos de campanas.
Calatañazor de piedra
llena de viejas murallas,
a veces crece la hiedra
donde existieron batallas.
Sombras de tiempos perdidos
llenos de verdes arbustos,
caminos hoy recordados
por sus terribles disgustos.
Almanzor que fue guerrero
dejo marcadas sus huellas,
lanzas y espadas de acero
alabando a sus estrellas.
Castillo medio arruinado
de sus andanzas guerreras,
sus murallas se han quedado
como vulgares fronteras.
Calatañazor no muere
ni hoy quiere lanzar su grito,
mirar sus piedras prefiere
como un lugar exquisito.
Vientos llenos de esperanza
entre sueños campesinos,
es penosa la balanza
de algunos sufridos signos
Calatañazor marcada
por sus señas musulmanas,
tierra que sigue anhelada
entre costumbres cristianas.
Almanzor sigue presente
entre leyendas famosas,
el pueblo no le ve ausente
aunque crezcan nuevas rosas.
Historias que siguen vivas
y que los siglos mantienen,
dicen que fueron altivas
y los refranes sostienen.
Pasaran siglos futuros
con el pasado presente,
entre sus signos oscuros
Calatañazor no miente.
G X Cantalapiedra.
Sombras de siglos se viven
en sus calles medievales,
son signos que se perciben
como cosas naturales.
Calatañazor de historia
entre piedras de testigos,
su valle tiene memoria
de conocer los castigos.
Valle de sangre en sus guerras
con los árabes luchando,
cuantos recuerdos se entierran
que el tiempo les va guardando.
Entre enebros y pinares
en estas tierras sorianas,
se hacen buenos lo lugares
con sonidos de campanas.
Calatañazor de piedra
llena de viejas murallas,
a veces crece la hiedra
donde existieron batallas.
Sombras de tiempos perdidos
llenos de verdes arbustos,
caminos hoy recordados
por sus terribles disgustos.
Almanzor que fue guerrero
dejo marcadas sus huellas,
lanzas y espadas de acero
alabando a sus estrellas.
Castillo medio arruinado
de sus andanzas guerreras,
sus murallas se han quedado
como vulgares fronteras.
Calatañazor no muere
ni hoy quiere lanzar su grito,
mirar sus piedras prefiere
como un lugar exquisito.
Vientos llenos de esperanza
entre sueños campesinos,
es penosa la balanza
de algunos sufridos signos
Calatañazor marcada
por sus señas musulmanas,
tierra que sigue anhelada
entre costumbres cristianas.
Almanzor sigue presente
entre leyendas famosas,
el pueblo no le ve ausente
aunque crezcan nuevas rosas.
Historias que siguen vivas
y que los siglos mantienen,
dicen que fueron altivas
y los refranes sostienen.
Pasaran siglos futuros
con el pasado presente,
entre sus signos oscuros
Calatañazor no miente.
G X Cantalapiedra.