CALATAÑAZOR, SOMBRAS DEL ALMANZOR
Cuando vas ligero a clase sin poner nunca problemas, te va gustando la base de repetir los esquemas. Ayer me hablaron en clase, de aquel musulmán famoso, que conquisto media España y se sintió vanidoso. Almanzor fue guerreando por los caminos del norte, a Galicia fue llegando con sus lanzas de resorte. Arrancando las campanas de su catedral gozosa, luego paso las mañanas entre su lucha forzosa. Siendo su vida una historia de batallas sin descanso, Almanzor dejo memoria y su muerte fue remanso. Bordecores se pregunta cuando muere sin descanso, que a cualquier humano asusta el ver tan sufrido llanto. Los cristianos avanzando quieren trazar reconquista, Almanzor se fue marchando sin ser su vida altruista. Medinaceli su tumba, casi los quinientos años, y su memoria retumba al ver sus penosos daños. Calatañazor marcando el paso de aquel guerrero, que a Córdoba quiso amando darle poder y dinero. Se han pasado muchos siglos, se perdieron muchos fueros, se guardaron los sigilos de aquellos fieros guerreros. Cuantas batallas ganadas, cuantos gestos traicioneros, cuantas personas matadas entre gritos de guerreros. Almanzor dejo esta vida con símbolos pendencieros, y tuvo su fe elegida en gritos aventureros. Veinticinco mil soldados por La Ribera del Duero, los castillos conquistados y su suegro muerto en duelo. Sin respetar las costumbres, buscando caminos nuevos, campos que se hicieron lumbres y derribando los templos. Calatañazor castigo, la muerte vino de lejos, no le dejo el enemigo en momentos tan complejos. Sin esperar que amanezca su cuerpo parece muerto, Medinaceli le espera en aquel momento incierto. Ciertos médicos judíos quieren ver su cuerpo muerto, todos le dan por perdido, el mausoleo es lamento. En el año mil quinientos, allí en Medina del Campo, una ley dice la reina, que no quiere sobresaltos. Mezquitas y Sinagogas se acabaron sus encantos, las que no sirvan de iglesia serán cuadras de caballos, y servirán de granero o de pajar del estado. Medinaceli presiente aquel lugar destrozado, en aquel penoso ambiente Almanzor quedó olvidado. G X Cantalapiedra.
Cuando vas ligero a clase sin poner nunca problemas, te va gustando la base de repetir los esquemas. Ayer me hablaron en clase, de aquel musulmán famoso, que conquisto media España y se sintió vanidoso. Almanzor fue guerreando por los caminos del norte, a Galicia fue llegando con sus lanzas de resorte. Arrancando las campanas de su catedral gozosa, luego paso las mañanas entre su lucha forzosa. Siendo su vida una historia de batallas sin descanso, Almanzor dejo memoria y su muerte fue remanso. Bordecores se pregunta cuando muere sin descanso, que a cualquier humano asusta el ver tan sufrido llanto. Los cristianos avanzando quieren trazar reconquista, Almanzor se fue marchando sin ser su vida altruista. Medinaceli su tumba, casi los quinientos años, y su memoria retumba al ver sus penosos daños. Calatañazor marcando el paso de aquel guerrero, que a Córdoba quiso amando darle poder y dinero. Se han pasado muchos siglos, se perdieron muchos fueros, se guardaron los sigilos de aquellos fieros guerreros. Cuantas batallas ganadas, cuantos gestos traicioneros, cuantas personas matadas entre gritos de guerreros. Almanzor dejo esta vida con símbolos pendencieros, y tuvo su fe elegida en gritos aventureros. Veinticinco mil soldados por La Ribera del Duero, los castillos conquistados y su suegro muerto en duelo. Sin respetar las costumbres, buscando caminos nuevos, campos que se hicieron lumbres y derribando los templos. Calatañazor castigo, la muerte vino de lejos, no le dejo el enemigo en momentos tan complejos. Sin esperar que amanezca su cuerpo parece muerto, Medinaceli le espera en aquel momento incierto. Ciertos médicos judíos quieren ver su cuerpo muerto, todos le dan por perdido, el mausoleo es lamento. En el año mil quinientos, allí en Medina del Campo, una ley dice la reina, que no quiere sobresaltos. Mezquitas y Sinagogas se acabaron sus encantos, las que no sirvan de iglesia serán cuadras de caballos, y servirán de granero o de pajar del estado. Medinaceli presiente aquel lugar destrozado, en aquel penoso ambiente Almanzor quedó olvidado. G X Cantalapiedra.