Destaca el
Puente de los Tres Ojos, un puente
romano de tres
arcos construido con
piedras calizas unidas en seco por donde pasa el
río Mazos y una
cueva donde se dice que hay pinturas rupestres.
Su
parroquia esta dedicada a
San Bartolomé, es un sencillo
edificio construido en la última mitad del siglo XVIII. Tiene una nave cubierta con
bóveda de medio punto con lunetos y
espadaña de sillares de dos cuerpos y dos vanos. La
capilla mayor se cubre con bóveda de arista. La
portada es muy sencilla y se abre en
arco rebajado.