El porqué de los nombres de este término municipal.
El papel escrito más antiguo que tenemos en el archivo, es un pequeño documento del año
1.416, en que todo él trata de poner mojones con los límites de los demás pueblos circunvecinos;
de todos ellos acudieron dos Hombres buenos con sus correspondientes azadones para hacer
nuevos o restaurar los mojones antiguos.
El que presentó a este pueblo fue el Alcalde -no alcalde- de Castillejo de Robledo, llamado
López Barroso. En dicho escrito hace mención de los mojones de los pueblos Valdeconejos y
Tamarón, que ambas aldeas han desaparecido.
Supongo que el término de esta villa llamado Valdelupe debe su nombre a esta Lope, pues
al marchar los últimos moradores del castillo, este señor Alcaide de él, daría permiso a las pocas
vecinas del pueblo para que labrasen ese valle -como dicen por aquí- son tierras viejas. Como
recuerdo de agradecimiento, a quien les había favorecido en los primeros años lo llamaron "Val
de Lope" y después por corrupción llaman en la actualidad "Valdelupe".
No quiero volver a repetir el nombre de algunos términos que ya se ha hecho mención de
ellos cuando expongo lo más saliente de los libros sacramentales como son: Vallejo de la Mujer,
Cruz de la Muñeca, Cuarto de Carne, Hoyo del Gato, Fuente Ongil, etc. Empezaré por el que
tiene algo de historia y es el término llamado:
VALLEJO CABALLERO.
En los años que estudió retórica en el Seminario de El Burgo de Osma uno de los
seminaristas natural de esta feligresía, compuso la siguiente leyenda sobre el dicho paraje en que
se le dio por título:
El Penitente Misterioso. La copia tal cual se escribió. Al Suroeste de El Burgo de Osma, en esta
provincia de Seria y límite con las provincias de Burgos y Segovia encuentra el viajero una villa
que debe su nombre el castillo hoy en ruinas que en otro tiempo fue mansión de Caballeros
Templarios.
No tiene esta villa bellezas peregrinas, paisaje de grandeza, cuadros de majestad, ni bellos
panoramas. Circundada de peñascos y cerros no fue pródiga la naturaleza con ella, pues ni le
presta su hermosura esas vegas llanas de arbolado, que en otros pueblos los sirve de marco ni la
inspiración los árboles frutales el aliento de sus aromas sólo se embellecen con la espiga dorada
que coronan los trigales; se embriaga únicamente con los perfumes de innumerables enebros,
encinas, jabinos y sabias, se mece tan solo con la brisa de sus campos; no se arrulla sino con los
cantares de los hijos del terruño y se regale con un solo bienestar: "La paz de en los que en ella
moran".
En la hondonada y formando siete calles más o menos rectas, están sus casas, como un
ganado de ovejas, que, mustias bajo el peso del bochorno desperezan de cansancio con el morro,
junto al arroyo de "La Nava".
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El papel escrito más antiguo que tenemos en el archivo, es un pequeño documento del año
1.416, en que todo él trata de poner mojones con los límites de los demás pueblos circunvecinos;
de todos ellos acudieron dos Hombres buenos con sus correspondientes azadones para hacer
nuevos o restaurar los mojones antiguos.
El que presentó a este pueblo fue el Alcalde -no alcalde- de Castillejo de Robledo, llamado
López Barroso. En dicho escrito hace mención de los mojones de los pueblos Valdeconejos y
Tamarón, que ambas aldeas han desaparecido.
Supongo que el término de esta villa llamado Valdelupe debe su nombre a esta Lope, pues
al marchar los últimos moradores del castillo, este señor Alcaide de él, daría permiso a las pocas
vecinas del pueblo para que labrasen ese valle -como dicen por aquí- son tierras viejas. Como
recuerdo de agradecimiento, a quien les había favorecido en los primeros años lo llamaron "Val
de Lope" y después por corrupción llaman en la actualidad "Valdelupe".
No quiero volver a repetir el nombre de algunos términos que ya se ha hecho mención de
ellos cuando expongo lo más saliente de los libros sacramentales como son: Vallejo de la Mujer,
Cruz de la Muñeca, Cuarto de Carne, Hoyo del Gato, Fuente Ongil, etc. Empezaré por el que
tiene algo de historia y es el término llamado:
VALLEJO CABALLERO.
En los años que estudió retórica en el Seminario de El Burgo de Osma uno de los
seminaristas natural de esta feligresía, compuso la siguiente leyenda sobre el dicho paraje en que
se le dio por título:
El Penitente Misterioso. La copia tal cual se escribió. Al Suroeste de El Burgo de Osma, en esta
provincia de Seria y límite con las provincias de Burgos y Segovia encuentra el viajero una villa
que debe su nombre el castillo hoy en ruinas que en otro tiempo fue mansión de Caballeros
Templarios.
No tiene esta villa bellezas peregrinas, paisaje de grandeza, cuadros de majestad, ni bellos
panoramas. Circundada de peñascos y cerros no fue pródiga la naturaleza con ella, pues ni le
presta su hermosura esas vegas llanas de arbolado, que en otros pueblos los sirve de marco ni la
inspiración los árboles frutales el aliento de sus aromas sólo se embellecen con la espiga dorada
que coronan los trigales; se embriaga únicamente con los perfumes de innumerables enebros,
encinas, jabinos y sabias, se mece tan solo con la brisa de sus campos; no se arrulla sino con los
cantares de los hijos del terruño y se regale con un solo bienestar: "La paz de en los que en ella
moran".
En la hondonada y formando siete calles más o menos rectas, están sus casas, como un
ganado de ovejas, que, mustias bajo el peso del bochorno desperezan de cansancio con el morro,
junto al arroyo de "La Nava".
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