El día 24 de agosto fuimos a disfrutar el Río Duero, aprovechando un sendero en las inmediaciones de Covaleda y Duruelo. ¡Qué pena y qué asco! Un montón de restos de papel higiénico y pañuelos usados, junto con restos de plásticos de golosinas y similares, "adornaban" ese hermoso y digno pinar. Lamentable y peligroso por la higiene y por incendios.