Tantos tontos
Hay cosas que no admiten ni siquiera una broma, ni una rebeldía juvenil. Hay cosas con las que no se juega, o con las que no se debe jugar. Cada vez que se menosprecia, se difama o se insulta a una mujer, ella puede quedar humillada, vejada o zaherida, pero los hombres no salen indemnes. El desprecio a una mujer supone la vileza de cualquier hombre, porque lo que se da a entender es que somos incapaces de asumir de una vez el papel que debemos jugar en cualquier relación. Cuando ... (ver texto completo)
Hay cosas que no admiten ni siquiera una broma, ni una rebeldía juvenil. Hay cosas con las que no se juega, o con las que no se debe jugar. Cada vez que se menosprecia, se difama o se insulta a una mujer, ella puede quedar humillada, vejada o zaherida, pero los hombres no salen indemnes. El desprecio a una mujer supone la vileza de cualquier hombre, porque lo que se da a entender es que somos incapaces de asumir de una vez el papel que debemos jugar en cualquier relación. Cuando ... (ver texto completo)