Quien dirige el aire, quien rompe las hojas de aquellas
fuentes que lloran, quien maneja el tiempo, quien teje las redes que nos ahogan.
Navegamos con el dolor como
barcos sin timón, llevando los recuerdos de las vidas que pasaron y mirando al rededor, los mismos
paisajes que contienen nuestra emoción.
La última vez que estuve en el Suso estaba sucio, quizás esa
fuente sea el origen del
pueblo. Generaciones enteras tuvieron como fondo de sus vidas estos paisajes. Tenemos que tener cuidado y respetarlos,
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