En mi niñez nunca hubo ni un solo pino en nuestro pueblo. Fué a la edad de once años cuando vi el primer pino en un viaje que hice a Aragón con mi padre. Yo tenía conocimiento de dicho árbol; pero nunca lo había visto. Un año más tarde, yendo a Torrijo de la Cañada, estuve dentro de un pequeño pinar, propiedad del tio Elías y divisé algunos montes de Villalengua, allá a lo lejos.
Creo que en aquellos años se comenzaron a plantar pinos en Deza y fueron mi padre y mi tío Orencio los que empezaron ... (ver texto completo)
Creo que en aquellos años se comenzaron a plantar pinos en Deza y fueron mi padre y mi tío Orencio los que empezaron ... (ver texto completo)