Me decía una persona, a la que aprecio, que los de la capital cuando estábamos en el pueblo estábamos encantados, pero luego durante el resto del año, no nos acordábamos de los que viven habitualmente en él. Cuando no estamos, sin llegar a la morriña que caracteriza a los gallegos puesto que, en mi opinión y según mantiene mi madre, los dezanos tenemos el carácter como el clima, una mentalidad práctica como buenos castellanos y como buenos aragoneses, nobles y si decimos que metemos la cabeza por ... (ver texto completo)