Antoñana era el lugar escogido por los grajos, cuervos y gavilanes para criar sus polluelos. Hoy en día parece que las aves han seguido el camino de los hombres y han emigrado de los pueblos. El paisaje de los pueblos lo componían los hombres y los animales; no se podía concebir vivir el uno sin el otro. Pero la raza humana ha sabido refugiarse en grandes ciudades en donde busca el confort al amparo de otros semejantes suyos que hicieron lo mismo. Pero desgraciadamente, en especial las aves, se desperdigaron ... (ver texto completo)
Llama la atención que al dar un paseo por algunos parajes no se oyen apenas pájaros ni otras aves, algo impensable hace sólo unas décadas. La depredación del ser humano, más los venenos lo hacen posible.
Un saludo.
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