Qué habra sido de tanto pandero que había en Deza... Porque estoy seguro que teníamos uno en cada casa y por lo tanto alrededor de quinientos. Casi todos habrán ido rodando cuesta abajo arrollados por el rodillo del tiempo y quedarán muy pocos. Este de la fotografía lo conservaba mi padre para amasar yeso y cemento para los apaños que hacía por casa. A una nieta suya se le ocurrió limpiarlo y con un poco de paciencia lo dejó en el estano en que lo vemos, que es mismo que tuvo en sus buenos tiempos. ... (ver texto completo)