Buenos días Deza. Hace algunos años que subí a pasar la tarde por Soria y estuvimos mi esposa y yo en ese hermoso parque que hay allá en el castillo, cercano al Parador de Machado. Encontramos cuatro viejecitos que intentaban coger alguna ciruelilla de esta clase de árboles, que no dejan de ser ciruelos; pero que no son de buena calidad. Yo, que en aquellos tiempos estaba fuerte como un roble, me agarré al tronco y le pequé unas sacudidas que hizo que el suelo se llenara de frutos, ya en sazón. Ellos ... (ver texto completo)
Por allí voy también, cuando regreso en el verano. Y como el abuelo, zarandeo estos ciruelillos ornamentales para que los críos que corretean la pradera puedan probar esas mínimas ciruelas de un color violeta, tirando a morado, y más bien agrias. La gente coge las que están al alcance de la mano y sólo quedan las de arriba. En el Parque de la Dehesa hay algún otro y también en el camino de San Saturio, pasado San Polo.
Un abrazo.
Un abrazo.