Hemos comprado el tractor; pero nos ha llegado pelado y resulta que nosotros lo queremos para hacer faenas pesadas y no para pasearnos, por lo cual tendremos que pensar en otros desembolsos que nos dejaran a descubierto las cuentas bancarias que teníamos. No te apures por eso, que te harán un préstamo. En estos tiempos de crisis a lo mejor, si el préstamo lo quisieras para comprar una casa, te pondrían pegas; pero al agricultor que se lanza a comprar un tractor, saben que tiene el riñón cubierto ... (ver texto completo)