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DEZA (Soria)

Herradura de la buena suerte
Foto enviada por el abuelo

Muy buenas noches a todos.
Por el camino, me he encontrado, esta herradura de la suerte.
Hoy como es una noche especial, se me ha ocurrido rescatarda, del montón de fantásticas foto que tiene Deza.
Con ella vengo a desearos muy buenas noches, y con ella me voy.
En algún escrito que he leido por los foros, me ha llamado la atención una frase que os dejo.
"el que madruga en la noche de San Juan, no pasa sueño el resto del año"
Mas o menos dice así.
Pues eso os dejo.
Una feliz noche.
Noche ... (ver texto completo)
Nada imposible
No hay sueños inaccesibles,
Proyestos irrealizables,
Aventuras extraordinarias... reservadas a otros.
Sólo hay veleidad, debilidad, falta de constancia...
Un hasta luego
Del blog de carmen.

" Una herradura, el calzado de caballos, mulos y burros, colgada en algún sitio, está considerado como el más universal de todos los amuletos de la suerte. Dicen que poner una herradura colgada detrás de la puerta trae buena suerte y al no saber exactamente el por qué de esta extraña superstición, me he informado y ahora os cuento lo que he encontrado.

Según los griegos, el hierro (en forma de media luna) protegía de los hechizos, así que la herradura colocada en la puerta ... (ver texto completo)
En tiempos pretéritos, guardábamos hasta las herraduras que nos encontrábamos por el camino que transitábamos, aunque estuviesen rotas. Servían para ir haciendo tu pequeño montón y con el tiempo poderlas cambiar por naranjas al chatarrero que venía a la plaza con su carro lleno de dicha mercancía y que se llevaba repreto de trapos, suelas de goma y hierros viejos.
Eran otros tiempos. Las mulas transitaban los caminos a cientos cada día.
Viene muy bien a cuento un artículo de Eduardo Galeano que ... (ver texto completo)
Allá va eso.

Al abuelo y al pefe
Se les nota
Que no han dejado el foro
Pues no soy tonta.

En cada escrito los veo
Y los adivino.
Pues describen las cosas ... (ver texto completo)
Otra historieta

Los hermanos Grimm (Los hermanos Grimm es el término utilizado para referirse a los escritores Jacob Grimm y a Wilhelm Grimm fueron dos hermanos alemanes célebres por sus cuentos para niños y también por su “Diccionario alemán”, por sus “Leyendas alemanas”, la “Gramática alemana”, la “Mitología alemana” y "Cuentos de Grimm", lo que les ha valido ser reconocidos como fundadores de la filología alemana), dicen que recogían cuentos de transmisión oral, en algunas zonas concretas de Alemania, al principios del siglo XIX. En una edición completa, podemos encontrar entre otros muchos, un sorprendente corto, titulado "El clavo", que habla de un mercader que regresa a su casa de hacer negocios. Por el camino le avisan de que le falta un clavo a una herradura del caballo, pero él piensa que para lo que le queda de viaje llegará sin tener que pararse a arreglarlo. Le vuelven a avisar más adelante y tampoco hace caso. Al final, el caballo cojea, se cae y se rompe una pata. El hombre tiene que abandonarlo y seguir caminando cargado con sus cosas, y va diciendo ¡De todo ha tenido la culpa un maldito clavo!

Un abrazo. ... (ver texto completo)
Una versión del original:

For want of a nail the shoe was lost.

For want of a shoe the horse was lost.

For want of a horse the rider was lost.

For want of a rider the battle was lost.

For want of a battle the kingdom was lost.

And all for the want of a horseshoe nail.

Un abrazo ... (ver texto completo)
Mi reino por un caballo.

La conocida frase de Shakespeare en su drama Enrique III “ ¡Un caballo! ¡Mi reino por un caballo! ” es toda una apología de las cosas pequeñas. El rey Ricardo III se preparaba para la batalla decisiva contra Enrique conde de Richmond, para definir quién gobernaría Inglaterra y envió a su palafrenero para que comprobara si su caballo favorito estaba listo para la lucha. El herrero revisó todas las herraduras y reparó las que estbana mal; pero encontró que no tenía clavos ... (ver texto completo)
En un libro que tenía yo en mis tiempos de estudiante venía, no sé decirte si era en de latín o griego, una página para ejercicio de traducción que contaba la presente relato: "Iban un padre y un hijo al mercado de un pueblo cuando el padre vio una herradura en el suelo y le dijo al hijo que la recogiera. El hijo no le hizo ni caso y encima se burlo de él. El pobre hombre se agachó y recogiéndola se la guardo en el bolsillo. Al llegar al pueblo cambió la herradura por un puñado de cerezas en el mercado ... (ver texto completo)
Cuando yo era chico, de esto ya hace mucho tiempo, recogíamos las herraduras y las guardábamos. Si preguntas donde se podían recoger herraduras te lo explicaré. En Deza en los años 40 había gran cantidad de machos, mulas, burros y algún caballo. Casi todos, excepto algún burro en sus patas traseras, todos ellos iban calzados con hierro. Si había 600 animales, al hacer un pequeño cálculo, contaremos unas 2400 herraduras caminado por los caminos sendas y calles.
Al irse desgastando los clavos y las ... (ver texto completo)
Hombre, esta receta no está nada mal. Creo que a lo mejor en la Edad Media aún serviría para algo; pero en los tiempos que corremos yo me pienso que está un poco atrasada. Los virus han adelantado mucho y me figuro que si se van es porque les desagradará el sabor del jugo de la col que sabe a demonios. En estos tiempos, decía un teniente instructor paracaidista de mi brigada, los resfridos se aguantan como machotes pues si los curas te duran ocho días y si los dejas, a los nueve, ni los notas ya. ... (ver texto completo)
Bueno, ya estoy un poco más tranquilo. Acabo de leer en el foro de Pozos (León) una receta maravillosa y coles por cierto, no me faltan. Le haré caso a Demetrio Fernández
La receta es la siguiente: Para curar la tos y la bronquitis: pPrepárese un jarabe a base de limón fresco, azúcar cande, rábano negro y jugo de col verde fresca, en partes iguales. Se raspan los rábanos sobre un cuenco, se espolvorean con azúcar cande y se ponen al baño María o sobre un radiador para disolver el azúcar.
Ya obtenido ... (ver texto completo)
Aunque una buena herradura, como la presente te pueda librar de la mala suerte, tendrás que poner algo de tu parte para que los hados no te sean adversos. Lo digo con ocasión de haber pillado un buen resfriado, que se podía haber evitado muy fácilmente. La verdad es que tampoco llevaba la herradura pues yo no creo en esas cosas. Pero si te voy a contar como he cogido un buen catarro que no me hace ni puñetera gracia el llevarlo encima durante una semana. Estábamos en el velatorio de una tía de mi mujer y por allí pasaron cientos de mujeres muchas de ellas llorosas, las cuales, sin tener en cuenta la más mínima norma sanitaria, todas estamparon sus besos en la cara de la hija. Yo me miraba como algunas de ellas estornudaban y tosían; pero no tuve la valentía de no besar a la prima, pintada de mil tonalidades de carmín de los dos mil besos recibidos. Al otro día estoy con constipado que no me aguanto. Y confiemos en que no sea un gripe, que todo podría ser...
Un abrazo ... (ver texto completo)
Esta herradura fue extraída del interior de un rodillo de cemento, de aquellos que se usaban para aplanar las eras antes de echar la primera parva. Con los años, el óxido del hierro con los que se rellenaban ha hecho que el material se resquebraje y salgan a la luz, a la superficie, cosas muy curiosas de hace unas décadas.
Las herraduras en nuestro pueblo las hacía el herrero a golpe de martillo con el hierro en cuestión al rojo vivo y se ajustaban al casco de las caballerías, muy calientes, tanto ... (ver texto completo)