Estaca para atar las mulas y demás animales de labor, cuando tenían que esperar fuera de casa por la circunstancia que fuese. Allí se ataba el ramal con un nudo; contando que no quedara ni corto ni largo: Una cosa prudencial. En mis tiempos de niño los había en todas casas al igual que en el Oeste americano; aunque de distinto modelo. Pero vaya, hacían también la misma función como era la de atar, por ejemplo el caballo.
Un abrazo.
Un abrazo.