Sin jugar a detectives y polícías, vamos a plantear una hipótesis. Mañana de agosto, ojo al dato. No de diciembre, enero, o febrero, por ej. cuando hay muy poca gente en Deza, los que viven de continuo, gente mayor y con el lógico arraigo. ¿Chavales, mozalbetes? Que digan los dezanos los que hay -si los hay- en invierno y cómo son.
Pero llega el verano y... el númereo de habitantes se acrecienta. Más que probable que los autores de los desaguisados fuesen chavales o mozalbetes venidos de fuera. ... (ver texto completo)
Pero llega el verano y... el númereo de habitantes se acrecienta. Más que probable que los autores de los desaguisados fuesen chavales o mozalbetes venidos de fuera. ... (ver texto completo)
Trastadas o gamberradas se han hecho también en otros tiempos. Variaban en cantidad y calidad, evidentemente. Pero... si te sorprendía un mayor -no hacía falta que fuese alguien con uniforme porque entonces, apaga y vámonos- lo más seguro es que te regañase y agachases las orejas. Y no digo ya en un lugar pequeño donde todos se conocen como se lo dijese a tu padre. Nuestros padres tenían un código ético, de honor, de principios o como queramos llamarlo, que lo malo hecho por sus hijos -y el que esté libre de culpa...- constituía para ellos una afrenta. Ahora te arriesgas -excepciones haylas- que quien se ponga aún más energúmeno que el chaval sea el (presunto) progenitor de la criatura. Quizás por lo del palo y la astilla Ejemplos hay para dar y tomar. Echen mano de la memoria y caigan en la cuenta. ... (ver texto completo)