Sabino Arana era un meapilas, en el peor sentido de la palabra, que nunca supo aquello del "Amaos los unos a los otros", a pesar de su beaterío, como muchos de sus seguidores, sino aquello otro de odio a los de fuera (españoles o maketos). Xenofobia pura y dura. Y todavía lo tienen por modelo...