Florecillas de San Francisco capítulo XXI.
Aquí se nos cuenta que el lobo murió de viejo, siendo bueno hasta el final y portándose como un santo, respetado por todo el pueblo, que lo alimentó hasta el fin de sus días según el pacto hecho entre ambas partes.
En el tiempo en que San Francisco moraba en la ciudad de Gubbia, apareció en la comarca un grandísimo lobo, terrible y feroz, que no sólo devoraba los animales, sino también a los hombres; hasta el punto de que tenía aterrorizados a todos ... (ver texto completo)
Aquí se nos cuenta que el lobo murió de viejo, siendo bueno hasta el final y portándose como un santo, respetado por todo el pueblo, que lo alimentó hasta el fin de sus días según el pacto hecho entre ambas partes.
En el tiempo en que San Francisco moraba en la ciudad de Gubbia, apareció en la comarca un grandísimo lobo, terrible y feroz, que no sólo devoraba los animales, sino también a los hombres; hasta el punto de que tenía aterrorizados a todos ... (ver texto completo)