Uno de los nombres de esta planta, le viene por su facilidad de clavarnos alguna espina y por eso también se llama, espinardo. Las hojitas que protegen sus flores son delgadas y duras y acaban siendo pinchosas. Y hablando de espinas, me viene a la memoria aquellos políticos, si se pueden llamar así, que en un viaje por Tierra Santa se probaron una corona de espinas, se sacaron fotos y encima se mofaron algo o mucho, haciendo comentarios jocosos. No tendrían que ir tan lejos si es que lo que buscaban ... (ver texto completo)