Mis amigos y vecinos los hermanos Santacruz conocidos como "los cigolillas" porque su padre procedía de Cihuela, (de ahí el sobrenombre), tenían la obligación de llevar a casa cada día después de la escuela, un saco de cerrajas y muchas veces para terminar pronto la faena impositiva e irnos jugar, les ayudaba yo. Íbamos proveídos de una pequeña azadilla y cerraja que veías, cerraja al saco. Nadie te llamaba la atención porque de sus huertas desaparecieran las cerrajas. Lo malo es que iba a parar ... (ver texto completo)
Eso de desparecer las cosas de la huerta también pasa cada día más, ahora mismo, en estos tiempos que corren. No hace muchos pasaron por una finca unos señores que decían que buscaban setas de chopos; pero mira por donde, las confundieron con un centenar de hermosas cebollas que había plantadas y las metieron al saco...
Y el amo diciéndole a su señora que estaba a punto de coger las cebollas porque ya estaban a punto...
"No digas trigo, hasta que tengas el saco atado y bien atado y en casa ... (ver texto completo)
Y el amo diciéndole a su señora que estaba a punto de coger las cebollas porque ya estaban a punto...
"No digas trigo, hasta que tengas el saco atado y bien atado y en casa ... (ver texto completo)