Los que nos hemos quedado en los pueblos hemos sido los más listos. Para qué marchar y estar todo el día con prisas y nerviosos. Aqui estamos muy tranquilos y el tiempo pasa despacio, como debe ser. Y al tener los mismos adelantos que en la ciudad ya no echanos nada de menos. No nos hacen falta esos ruidos ni esos aullidos de las sirenas que no sabes ni a donde van ni te importa. Aquí si viene alguna ambulancia enseguida preguntamos a quién se llevan a Soria y ayudamos si podemos o consolamos a la ... (ver texto completo)