Aquí en esta misma Plaza, en aquellos tiempos había otros negocios, a más de la citada tienda. Estaba la tienda del Avelino que vendía tejidos y todo lo relacionado con ropas y que tenía un escaparate (que bonito me parecía) en el que yo me pasaba horas mirando las cintas y los hilos pues me gustaba mucho coser; estaba la tienda de comestibles de los Tejedores; estaba de del tio Antonio "El Pichón" de la que solo recuerdo su mostrador y su balanza y que vendía perdigones entre otras cosas porque ... (ver texto completo)