Este 31 de Julio hemos dado cristiana sepultura a Salvador Alejandre Aguado, gran hombre y mejor persona. Tanto en su vida privada cómo en la pública fué un ejemplo a seguir, nunca tuvo una mala palabra ni mal gesto hacia nadie, ayudando en lo que pudo allí donde hiciese falta. Cómo alcalde que fué del pueblo no se si hizo mucho o poco, si lo hizo bien o mal, pero si aseguro que todo lo que estuvo en su mano lo intentó realizar siempre pensado en el bien y mejora de sus conciudaanos y de su pueblo. ... (ver texto completo)