Si me dedicara a profeta creo que memoriría de hambre pues veo que no estuve acertado en mis vaticinios en cuanto a la casa de la hermandad. Esto me pasa a menudo. Y no creas, mi fracaso me alegra puesto que es mil veces más reconfortable oir y ver que este bello lugar seguirá en pie, debidamente restaurado y a cuyos dueños deseo tengan un éxito extraordinario. Aunque soy viejo ya, espero algún día visitar el lugar y si es posible tomar aunque solo sea una tila y brindar por la prosperidad del flamante ... (ver texto completo)