Interior de una bodega abandonada, en Deza. En nuestro pueblo había muchas bodegas para guardar el vino pues era tierra donde se cogía en cantidad. A partir del año de la filosera que infectó los viñedos a principios del siglo pasado, se arrancaron muchas viñas y ya no se volvieron nunca a plantar. Decayó casi totalmente la actividad vinatera de Deza pues la gente tardó mucho en reaccionar y plantar vid americana, que una vez injertada era practicamente inmune a la filosera, si bién el tiempo de ... (ver texto completo)