Sola ante el peligro. Y es verdad está más sola que la una. Pero ella a pesar de su soledad es testimonio de que hace unas décadas todo esto estaba poblado de montes de chaparras que el hombre destruyó para sembrar cereales. Una veces arrancando golpe a golpe y con paciencia, toda la vegetación y más tarde usando terribles máquinas que allanan todo lo que pillan o quemando grandes extensiones descontroladas. Así nos va pintando a los humanos. Llevamos dentro el german de la destrucción y acabaremos ... (ver texto completo)