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La Parada, DEZA

La Parada y el Peñón
Están en el cabezuelo
Y están en mi corazón
Cuando de Deza me ausento.
La primera parada que hubo en Deza estaba en un edificio del tio Carmelo, en las eras bajeras y había dos caballos sementales tremendos y el recela que era una preciosidad. Al cargo de ella había un cabo del ejército y un soldado y ambos se cuidaban del buen funcionamiento de la misma. Su trabajo consistía en tener las cuadras limpias como los chorros del oro, sacar los caballos de paseo diariamente y dar el servicio que exijian para sus yeguas y burras, todo aquel que venía queriendo tener un potrillo...