No cabe ninguna duda que Don Vicente fue el que llevó la batuta, como se dice vulgarmente; pero no lo quitemos mérito a las mujeres de Deza que contribuyeron con su trabajo generoso y desinteresado, a la par que con sus donativos, a que éste altar fuese una realidad. También hubo otras personas, derl género masculino, con nombres y apellidos que dedicaron buena parte de su tiempo al acabado y embellecimiento del altar de la Virgen del Pilar que fue un donativo de Antón Esteras, nada menos que hace... En la actualidad la Virgen del Pilar, no se encuentra en esta ubicación, ya que el buen hacer de Don Vicente le ha encontrado una ubicación mas digna y acorde, en un altar a mano derecha nada mas entrar a la Iglesia, donde antiguamente había un confesionario.