Virgen del alto duelo, rosa fría,
Andariega mujer desconsolada;
Abierto el corazón a tanta espada,
A tanta llaga de Hijo que moría.
Cuánta angustia de ayer, de todavía,
Cuánta lágrima tuya derramada.
Dolorosa de lágrimas sagrada,
Romera de tu triste romería.
Muerte tuya la muerte del Calvario,
Sangre tuya la sangre redentora,
Carne tuya la envuelta en el sudario.
De negro y sola, estrella, noche, aurora.
¡Qué rosario de penas tu rosario!
¡Qué soledad la tuya, Madre, ahora!
Antonio...