La noche del Viernes Santo, después de un vibrante sermón, con la iglesia abarrotada de fieles, se procedía a llevar los Santos a la Soledad, procesión dirigida por el prioste, hermano mayor que ostentaba el varal de La SantaCruz y que abría la marcha con la imagen del Ecce Homo, precedida por las velas de las mas jóvenes de la hermandad o cofradía. En medio, El Nazareno con la cruz a cuestas y cerrando filas, La Virgen de la Soledad, acompañada por el sacerdote revestido con capa pluvial, rezando...